<p>Seguimos sin conocer cuál será la letra pequeña del rescate financiero finananciero. Desde Bruselas se matiza el optimismo del Gobierno. Se vigilará a&#160; España mucho más de cerca y el salvamento de la banca no saldrá gratis. Ni a los bancos por supuesto, ni al Estado, ni a los ciudadanos de a pie. La Unión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional, es decir la 'troika', pondrán la lupa sobre España. Habrá que cumplir las condiciones del crédito, todavía desconocidas, a rajatabla. El portavoz de Asuntos Económicos europeo, Amadeu Altafaj, apunta que serán imposiciones a la banca: "No se trata de evaluar la aplicación de medidas de ajuste presupuestario porque el programa solo cubre aspectos financieros". España tendrá que presentar un plan de reestructuración del sector financiero en julio. Las entidades están abocadas a cerrar oficinas, despedir personal y vender activos para poder recibir el dinero. Pero los ahorradores pueden estar tranquilos, según los expertos. Uno de los objetivos del rescate financiero es que los bancos vuelvan a prestar dinero para que crezca la economía, pero los empresarios creen que el grifo del crédito tardará en abrirse del todo. Los expertos dan por descontado que no sólo los bancos pagarán las consecuencias sino que Bruselas también exigirá medidas a España para que siga saldando su deuda como la subida del IVA y de los impuestos especiales y la reducción de las prestaciones por desempleo. Tampoco descartan despidos de empleados públicos, privatizaciones e incluso un recorte a las pensiones.&#160;</p>
