<p>El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry llega de nuevo a Suiza.Es pronto y hace frío en el aeropuerto de Ginebra,&nbsp; pero dentro del hotel Intercontinental el ambiente está caldeado. Aquí es donde tienen lugar las negociaciones para frenar el controvertido programa nuclear iraní. John Kerry, el ruso, Sergei Lavrov&nbsp; y el resto de ministros de exteriores del grupo conocido como&nbsp; 5+1 (los cinco miembros permanentes del consejo de seguridad de naciones unidas y Alemania),&nbsp; llegan prácticamente a mesa puesta. Porque los jefes de la diplomacia ya habían anunciado que no volverían a Ginebra sin un acuerdo listo para firmar.Sus equipos han hecho importantes avances en los últimos días, aunque las negociaciones son difíciles, tal y como ha dicho a su entrada el titular de exteriores británico, William Hague. Y ha corroborado su homólogo alemán. Todavía hay diferencias que tenemos que superar. Hemos venido a Ginebra para hacer todo lo posible para llegar a un acuerdo. Creemos que hay una posibilidad realista, pero aún queda mucho trabajo por hacerNo estamos aquí necesariamente porque las negociaciones hayan terminado, estamos aquí porque son difícilesPero algunos indican que,&nbsp; esta vez sí, habrá fumata blanca. Así lo avanzó anoche una fuente iraní después de las reuniones bilaterales mantenidas con la representante de la unión europea, Catherine Ashton.&nbsp;De cerrarse sería un acuerdo histórico para que Irán frene su programa nuclear, aunque sólo sea en parte,&nbsp; a cambio del alivio de las sanciones... Un programa que Teherán insiste en que sólo es para uso civil pero que occidente sospecha que tiene una vertiente militar. Sospechas&nbsp; castigadas con&nbsp; importantes sanciones económicas que Estados Unidos amenaza con aumentar si tampoco esta vez se alcanza un&nbsp; acuerdo.</p>
