<p>Los Hermanos Musulmanes muestran la cara más sangrienta de la represión. El Gobierno egipcio ha reconocido que el asalto militar a los campamentos islamistas ha causado al menos 525 muertos. En la morgue Zenhom, en el centro de El Cairo, los cuerpos yacen en el suelo fuera, en la calle. La mayoría de ellos están envueltos en mortajas blancas manchadas de sangre. En muchos de los muertos se puede ver claramente cómo han sido objeto de disparos. Los islamistas los lloran con una mezcla de dolor y rabia en un cóctel auténticamente explosivo. Algunos de los familiares de los fallecidos dicen que las autoridades no les dan permiso para darles sepultura hasta que no firmen un documento&nbsp; diciendo que han muerto "de forma natural o por suicidio".</p>
