<p>&nbsp;&nbsp;&nbsp; Lo vimos camino del banquillo, pero no lo veremos camino de la cárcel. De los 125 folios de la sentencia de hoy del Supremo sobre su recurso contra la condena que en su día le impuso la Audiencia de Palma, el párrafo clave para Jaume Matas es éste: &nbsp;&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp; " ... se le absuelve de los delitos de fraude a la Administración, falsedad en documento oficial, falsedad en documento mercantil, y de prevaricación en concurso con un delito continuado de malversación... "En resumen,&nbsp; De seis delitos, la condena queda tan solo en uno: tráfico de influencias. De nueve años de cárcel...&nbsp; a tan solo nueve meses. Podrá pedir suspensión de condena. Esto es, no pisar la prisión. &nbsp; El Supremo enmienda casi en su totalidad el pronunciamiento del tribunal de Palma... en el que, dice, "encontramos, junto a hechos, acontecimientos o sucesos, elementos subjetivos&nbsp; que pertenecen a la esfera íntima del sujeto", y que, a juicio del Supremo, no se pueden probar salvo confesión o a partir de datos probados, que entiende no existen. Al ex presidente balear y ex ministro de Aznar se le juzgó por utilizar un procedimiento opaco e irregular para subvencionar a Antonio Alemany, el periodista que le escribía los discursos, también condenado en el caso. &nbsp;&nbsp; &nbsp;La sentencia incorpora el voto particular de un magistrado que entiende que "todo el concurso era un mero ropaje jurídico sin otro fin que contratart a una persona ajena a la empresa licitadora".</p>
