<p>El papa Francisco lanza una corona de flores al mar. Es su homenaje a los 25.000 inmigrantes que en los últimos 20 años han muerto al intentar alcanzar la isla sicialiana de Lampedusa. En tierra, los cánticos de otros inmigrantes, que sí&nbsp; han pisado la entrada a Europa, pero se han quedado en las puertas. El Papa está precupado por el drama de inmigración y ha elegido Lampedusa como destino de su primer viaje oficial.El mismo ha explicado que hace unos días escuchó la noticia de la muerte de diez inmigrantes aferrados a una red de pesca. Y la tragedia se le clavó como una espina. Por eso añade ha venido a rezar. En su homilía además ha dicho que la Iglesia está con los musulmanes que hoy inician el Ramadán y que buscan una vida digna para sus familias Con este saludo en la jerga de la isla, el papa se ha ganado a la población local,&nbsp; testigo de las miserias de&nbsp; los inmigrantes. Hoy mismo, antes que el Papa, llegaban a Lampedusa 166 indocumentados&nbsp; &nbsp;</p>