<p>Globos, peluches y carteles de bienvenida en las fachadas de las viviendas de Berry y DeJesus, que contrastan con la casa del 2207 de la Avenida Seymour, en la que ambas de adolescentes junto a Michelle Knight han estado encerradas los últimos 10 años.Allí fueron violadas y esclavizadas y por esos delitos, el fiscal del condado pide la pena de muerte y argumenta que "la pena capital debe reservarse para aquellos delitos que son verdaderamente los peores ejemplos de la conducta humana".Delitos por los que han sufrido tres jóvenes y sus familias, pero también, una vez conocidos los hechos, por los que sufre la familia del acusado Ariel Castro.El carcelero de Cleveland ya conoce los cargos de que se le acusa. "Va a ser trasladado a una cárcel del condado", dice su abogada.Ahora, toca aclarar cómo estos hechos han podido pasar desapercibidos durante una década.</p>
