<p>Un caso de un juzgado de una población sevillana ilustra el colapso y el caos que padecen algunas sedes judiciales en España. Es la primera vez que un juzgado, el de Cazalla de la Sierra, denuncia su propia precariedad.&nbsp; Una lamentable situación que capean como pueden jueces y funcionarios.Tras cinco denuncias llega una solución, que no les convence: el traslado provisional a un edificio cedido por el Ayuntamiento. Un local que se les queda pequeño para tanto archivo y que además, está situado junto a una guardería.Según la consejería de Justicia de la Junta, mañana mismo comienzan las obras y el traslado se producirá antes de que comience el verano. Para los sindicatos, desesperados, la solución llega mal y tarde.</p>
