<p>Con medio millón de presos, Brasil es el cuarto país con mayor población entre rejas del mundo, por detrás de Estados Unidos, China y Rusia. Las autoridades carcelarias se esfuerzan en inventar nuevas fórmulas de reinserción.En un penal de Juiz de Fora, los presos se tejen un futuro mejor. Veinte reclusos participan en un proyecto: hacer punto y ganchillo para una empresa de moda local.La idea surgió en 2009, cuando una empresaria necesitó aumentar su producción. Y desde entonces 100 prisioneros han participado en ella. A cambio reciben el 75 por ciento del salario mínimo brasileño. Y por cada tres días de trabajo, uno de reducción en la condena. Además, según quienes lo han seguido, aumenta la autoestima.</p>
