<p>Ha llegado en silencio,&nbsp; prácticamente con los ojos cerrados, concentrado en su primera misa de Domingo de Ramos como Papa.Tras la procesión de las palmas, la bendición de los ramos, la incesación del altar y las lecturas,&nbsp; Francisco se ha dirigido a los miles de fieles congregados,&nbsp; esta fría mañana en la plaza&nbsp; de San Pedro.Un discurso en el que Jorge Mario Bergoglio ha hablado de los males de la Humanidad: las guerras, la violencia, la corrupción, pero también de la alegría; porque -ha dicho el nuevo Papa- un cristiano jamás puede ser una persona triste. Así ha pedido a los fieles que nunca se dejen robar la esperanza.Tras la misa Bergoglio se ha montado en el que parece va a ser su papa móvil, un jeep descapotable,&nbsp; y ha saludado a las personas venidas de todo el mundo,&nbsp; incluso se ha bajado para saludar a unos viejos conocidos.Arranca así&nbsp; la primera&nbsp; Semana Santa del Papa Francisco. Una Semana Santa que promete sorpresas y novedades. El vaticano ya ha anunciado que Bergoglio no&nbsp; celebrará la misa de la cena de Jueves Santo&nbsp; en la catedral de Roma, como es tradición,&nbsp; sino en un centro penal de menores de la capital italiana.</p>
