<p>Los vecinos de las parroquias ourensanas de Punxín y Freás fueron ayer quienes dieron el sermón al cura. No le dejaron entrar en la iglesia donde da misa desde hace tres meses, ante el descontento con los mensajes que lanza durante sus sermones. Los feligreses se quejan además de que el párroco no es buena persona ya que entre otras cosas, retira los avisos que ellos ponen en la puerta del templo y critica a las mujeres.</p>
