<p>Todo un pueblo molesto... Porque no entiende a su párroco cuando habla. Es lo que ocurre en la localidad malagueña de Cajiz. El cura es de origen rumano y no domina correctamente el español y asegura estar algo triste por esta situación, que ha provocado que la parroquia permanezca cerrada en los últimos días. La crisis vocacional atrae a España a muchos extranjeros, por eso no es difícil verles y escucharles en homilías de algunas parroquias del interior del país. Desde el Obispado de Málaga le restan importancia al asunto y confirman que la parroquia volverá a abrir sus puertas.</p>
