<p>La lluvia no es un elemento extraño el día de la entrega de los Oscar, pero los organizadores coinciden en que este año se enfrentan a condiciones meteorológicas mucho peores que en anteriores ediciones. De momento, después de las últimas lluvias ya han tenido que cambiar la alfombra roja que quedó empapada. Y aunque los chaparrones están bastante controlados en los rodajes de Hollywood, cuando la lluvia es de verdad es mejor no arriesgar, así que para que la exhibición de glamour no quede empañada se ha instalado una carpa de plástico sobre el paseo que recorrerán las estrellas. 50 personas trabajan a contrarreloj desde hace días para conseguir llegar a tiempo. No menos trasiego tienen en las cocinas que han preparado el banquete de gala en el que se servirán más de 5000 botellas de vino y champán. Y estatuillas de chocolate. El destino de las verdaderas ya es un secreto bien guardado que no se conocerá hasta mañana.</p>
