Entre aplausos la urna llega a la iglesia de Vila-rodona. En el púlpito se encuentra el cura con los hábitos puestos para oficiar una ceremonia religiosa. Los feligreses se levantan, continúa la música de órgano y dos personas se preparan para iniciar el recuento. El sacerdote vuelve al púlpito y comienza el sorprendente escrutinio. Varias personas, papeleta a papeleta, van contando; otra separa en infinidad de montones los votos. En plena escalera la urna, los montones y una bolsa de basura en la que se aprecian más papeletas, y en la atípica mesa de escrutinio se pueden ver dos papeletas con el 'no' a la independencia, aunque Vila-rodona votó mayoritariamente 'sí'.<br />-Redacción-
