Con una foto comienza la historia. Ilustraba un reportaje de la Tomatina en una revista de avión. La casualidad quiso que durante un vuelo a México llegase a las manos del primo de una de las protagonistas. Cuando su primo le dio la revista comprobó su parecido con aquella chica retratada en Buñol. <br />Fotógrafa de profesión, Eva se hizo una instantánea con el mismo plano y creando una luz similar a la fotografía de la desconocida. El parecido era descomunal y la madrileña comenzó a buscar a la chica, llegó incluso a enseñar su foto en Valencia pero su doble no estaba allí. La magia de las redes sociales hizo que la foto llegase a Maimi donde vive.<br />A través de Facebook las dos dobles han puesto en contacto, justo ahora cuando Buñol vuelve a celebrar la Tomatina. Otro capricho del destino para cerrar este episodiO, el de dos mujeres idénticas que dan veracidad a la creencia de que todos tenemos un doble.