Hace 25 años se prohibió la circulación de vehículos bajo el Acueducto de Segovia, pero esta medida no es suficiente para su conservación. El granito se rompe con solo tocarlo.<br />Los centenares de autobuses municipales que pasan constantemente a pocos metros, al igual que los conciertos que se realizan a los pies del monumento, emiten unas vibraciones que provocan el desgrane y rotura de la piedra.<br />La Concejalía de Patrimonio de Segovia justifica que se rigen por un protocolo interno y que los conciertos se realizan a una distancia de tres metros de los pilares. Defienden que el desgaste se debe a las características de la piedra y no de las vibraciones.<br />El Fondo Mundial de Monumentos incluyó en 2006 al Acueducto entre los cien monumentos del mundo en peligro. Actualmente el Ayuntamiento está recogiendo propuestas ciudadanas para buscar una solución.
