Zamora le vio nacer y hoy, 70 años después, llora su pérdida. Consternación y mucho dolor entre vecinos y amigos, que esta mañana se han acercado hasta el polideportivo para despedirle. Decenas de personas han firmado en el libro de condolencias. En el Ayuntamiento de la localidad, las banderas ondean a media asta. La conmoción también se palpa en el barrio madrileño de Vallecas porque con solo dos añitos, hasta allí emigraron sus padres. Sobre todo en esta ITV, que lleva su nombre y que fue su negocio durante años. Un altar con coronas de flores y fotos como homenaje. En la casa donde creció, sus vecinos aún no dan crédito. Ni tampoco algunos amigos íntimos, que tuvieron la suerte de trabajar con él. En lo profesional y en lo personal, Ángel Nieto deja una huella enorme. <br />-Redacción-
