<p>La noche de <br />Reyes, un niño de cuatro años tuvo que presenciar cómo 8 agentes de la policía <br />de Móstoles obligaban a su madre a bajar del autobús, a empujones. Cómo <br />discutían con ella durante 90 minutos porque ella, con su billete comprado, no <br />quería perder el último bus a su destino: Camarena, a 30 kilómetros de <br />distancia. Ver estas imágenes denota la falta de sensibilidad por parte de la <br />policía, que desde luego, hubiera tardado mucho menos, llevándola a su destino, <br />Como sí hizo uno de los viajeros de ese autobús. Llegó a Camarena, cogió su <br />coche y volvió a por ella y su hijo. </p>
