<p>Pobreza, castidad y <br />obediencia. Tres mandamientos que la iglesia obliga a asumir a sus <br />eclesiásticos. Los dos últimos no sabemos si los cumple pero el primero al <br />parecer no está entre las prioridades del obispo de Cádiz, Rafael Zornoza Boy, <br />popular por su lujoso estilo de vida y sus polémicas laborales. Es el <br />responsable de una ola de despidos en la institución que preside, curiosamente <br />en la provincia con más paro de España. </p>