<p>VOX no ceja en <br />su empeño de arremeter contra el colectivo LGTBi. Lo suyo parece puro odio a lo <br />distinto y a lo que no cumple el patrón de lo políticamente correcto y <br />aceptable. Si ayer hacían una petición de datos de los trabajadores que dan <br />cursos de formación a menores en los colegios, hoy su portavoz en Madrid, Rocío <br />Monasterio, vuelve a criticar el Orgullo definiéndolo como "un espectáculo <br />que denigra la dignidad de la persona". </p>
