El cerebro se desarrolla de distintas maneras. Tanto los genes como la experiencia influyen en la forma como se desarrolla el cerebro. Durante el embarazo, los genes juegan el papel más importante en determinar cómo se forma el cerebro y cómo funcionará. Esta es la conformación básica. Durante el embarazo y después del nacimiento, las experiencias que un bebé tiene ayudan a cambiar o modificar el cerebro. Esto es lo que ocurre con el aprendizaje. Los cambios en el cerebro son el resultado del aprendizaje. <br /><br />Tres tipos de cambios pueden ocurrir cuando el cerebro “aprende” por medio de la experiencia. La estructura del cerebro puede cambiar, por ejemplo cuando se añaden o eliminan conecciones entre las células cerebrales. La cantidad de químicos que se utilizan al enviar mensajes a través del cerebro puede cambiar también. Y un área particular del cerebro puede volverse más activa. Los cambios son el resultado de la maduración y experiencia. <br /><br />• Experiencias distintas tienen efectos distintos. Como los bebés, el cerebro no elige sus experiencias; responde tanto a las experiencias positivas como a las negativas. Las experiencias negativas pueden retardar el desarrollo cerebral y del comportamiento. Investigaciones conducidas principalmente con animales muestran que el exponer a un ser al estrés o tensión nerviosa (estando en el útero o después del nacimiento), provoca efectos dañinos en la estructura cerebral y en el funcionamiento del cerebro de las crías de los animales. Por ejemplo, las crias de las ratas a los cuales se les privó de contacto con sus madres mostraron luego dificultades de socialización y de tipo emocional.
