Hay una tesis, bastante extendida, según las cual los niños sólo les hacen gracia a sus padres.<br /><br />Tiene mucho de verdad, pero también es cierto que cuesta no reírse con ellos.<br /><br />Que un niño sean el gracioso del grupo no es malo, ni mucho menos.<br /><br />Hay chavales con mucho sentido el humor, muy risueños, espontáneos, capaces de divertir a los demás.<br /><br />El problema, como en casi todo, son los adultos: los progenitores plasta.<br /><br />Son una peste.
