Bojayá (Colombia), 17 nov (EFE).- El temor de los habitantes de Bojayá a que grupos armados ilegales vuelvan a perpetrar una matanza como la de hace 17 años está más latente que nunca cuando su gente se apresta a dar sepultura definitiva a quienes perdieron la vida en una de las masacres más cruentas del conflicto armado colombiano.<br />El pueblo de Bojayá, enclavado en las selvas del Chocó (oeste), aprovechó la despedida de las víctimas de la masacre del 2 de mayo de 2002 para alertar al Gobierno, a la ONU y a la comunidad internacional de la presencia en la zona de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo, la principal banda criminal del país.<br />IMÁGENES: JUAN DIEGO LOPEZ.<br />Edición y locución: Ana Gabriela Santamaría.
