Copenhague/Berlín, (Dinamarca/Alemania) 17 dic (EFE).- Escandinavia, región históricamente productora de cerveza y aguardiente, ha visto en los últimos años el nacimiento de una aventura vinícola, modesta pero en auge, bajo el abrigo de unas condiciones climáticas más favorables.<br />En Dinamarca, por ejemplo, la superficie total cultivada ronda el centenar de hectáreas y los grandes productores tienen entre 5 y 10 hectáreas de viñedos de media, según datos de la Asociación de Vinos Danesa, que agrupa a unos 1.100 miembros, la mayoría aficionados.<br />A pesar de las ventajas que trae el cambio climático para los viñedos escandinavos, la inestabilidad meteorológica supone aún un reto, así como la humedad y la falta de horas de sol, que no obstante favorece una mayor acidez que es buena para los espumosos.