San Salvador, 27 abr (EFE)(Imágenes: Vladimir Chicas).- Las pandillas de El Salvador pusieron este fin de semana en aprietos las medidas de combate al COVID-19 y la estrategia de seguridad del Gobierno al perpetrar 58 asesinatos en una muestra de fuerza y control del territorio característico de estas bandas, que son las responsables de cometer la mayoría de homicidios en este país que es considerado uno de los más violentos del mundo.<br /> <br />La escala, que no tiene precedentes durante el Gobierno de Nayib Bukele, llevó a las autoridades a aislar a los pandilleros presos, señalados de orquestar los ataques, y de autorizar a policías y soldados el uso de la "fuerza letal".