Hay gente para todo y perversiones sexuales de todos los tonos y colores.<br /><br />Y un clamoroso ejemplo es esta joven que, durante más de una hora, pasea a su novio como si se tratara de un perro.<br /><br />Todo ante el estupor de todos los viandantes y conductores que se cruzaban con la extraña pareja.<br /><br />Los pervertidos -novios o lo que sea- montaron su numero en pleno centro de Londres.