Nueva York, 24 ago (EFE).- Las vecinas más golosas de Nueva York pasan desapercibidas entre el tráfico, los rascacielos y el zumbido continuo que invade las calles a todas horas, aunque amortiguado ahora por la crisis de la COVID-19. Son neoyorquinas de altos vuelos que han elegido por casa las azoteas de la Gran Manzana.<br />Andrew Coté, hijo y biznieto de apicultores, cultiva 104 colmenas repartidas por 28 edificios de la ciudad. A las siete de la mañana, aperos en mano, se encamina a uno de ellos, situado en el cruce de las calles Broadway y la 19, para recolectar la miel que producen sus abejas.<br /> <br />Edición y locución: Tatiana Rodríguez G.<br />efe,internacional,ee.uu.,apicultura,coronavirus