Yo no sé si fue el mejor jugador de la historia del fútbol. Tampoco voy a hablar de su vida privada que hasta lo que conocemos no le es favorable, pero, aparte de lo deportivo, sin dudas hubo detalles personales y particulares que lo convirtieron en el ídolo que hoy es. <br />Cuando él era una estrella del Napoli, un llamado de un niño enfermo que necesitaba dinero para operarse llegó a la institución y el presidente se opuso tajantemente a ayudarlo, pero la rebeldía de Maradona hizo que él y sus compañeros fueran a jugar un partido a beneficio para salvarle la vida al chico. Las palabras sobran teniendo en cuenta de que el campo de juego no era apto para jugadores profesionales que valían millones.<br />Así se vio al mejor futbolista del planeta jugando en un barrial ante la mirada indescriptiblemente agradecida del pequeño y su familia. Se necesitaban 20 millones de liras en ese tiempo y el ex 10 de la Selección Argentina aportó 15 millones. El resto se completó con la recaudación.<br />