México, 30 oct (EFE), (Imagen: Miguel Angel Andrade).- A sus 75 años, Norberta ya no está para celebraciones, pero tras la pérdida de su hija encontró fuerzas para dedicarle una ofrenda en su hogar. Y es que como tantos millones de mexicanos pasará la importante velada del Día de Muertos en casa ante el cierre de los cementerios decretado por la pandemia.<br />"Estoy haciendo la ofrenda para mi hija. Como a ella le gustaba hacer todo esto, yo también quise hacer lo mismo", cuenta a Efe entre lágrimas de dolor y con la voz entrecortada esta anciana de pequeña estatura y pelo blanco.<br />Edición: Catalina Pineda Bernal.