La pifia de Inés Arrimadas ha reconfigurado el panorama político y electoral de España. <br />Y de forma dramática, porque porque su partido desaparecerá del escenario político español.<br /><br />Es el final, ridículo, de Ciudadanos; ya no como posible alternativa de Gobierno sino lisa y llanamente como partido.<br /><br />Cuesta entender la motivaciones o el razonamiento que puede haber detrás de una estrategia tan calamitosa. <br />Por un lado, es de una incongruencia grotesca que el partido que hace nada pedía al PP listas conjuntas para concurrir a las elecciones en Cataluña dé la espalda a su potencial socio, lo apuñale y se vaya con el PSOE y con Podemos. <br /><br />En el Ayuntamiento de Murcia, los de Ciudadanos que sigan fieles a Arrimadas darán el poder a socialistas y podemitas, los socios de los proetarras de Bildu y de los golpistas catalanes. <br /><br />Es un bandazo inmoral: pese a las bochornosas excusas que sueltan en radios y televisiones, está claro que se trata de una operación de cruda toma del poder. <br />Por eso se ha negociado en secreto incluso para destacados miembros del partido de Arrimadas; por eso pasa por la alianza de Cs con el peor PSOE desde la Guerra Civil –¡y con un imputado por prevaricación!–; por eso el tercer partido en las elecciones autonómicas se quedará con la presidencia de la Región y por eso en la operación el cambalache incluye varios ayuntamientos, para que todo el mundo vea saciadas sus ansias de poltrona.<br /><br />Pero casi peor que es la inmensa insensatez que el partido de Arrimadas ha demostrado en todo este asunto. Porque aquí sólo hay dos posibilidades: o, como todo parece indicar, se trataba de una campaña a gran escala que iba a trasladarse a otras autonomías, sobre todo a Madrid, y en ese caso alguien habría reventado una operación; o, tal y como clama Cs, se trató de una decisión tomada en Murcia en clave estrictamente regional. <br />Pero, más allá de lo poco creíble que resulta esta versión… ¿de verdad los de Arrimadas son tan estultos como para creer que eso no iba a tener consecuencias en la política nacional?<br /><br />Sea como fuere, lo más importante es el mensaje lanzado a los españoles: Ciudadanos ya no está entre los partidos comprometidos con la defensa de la nación y el régimen de libertades; a partir de ahora, quien con tanta severidad atacó a "la banda de Sánchez" sólo es uno más de la cuadrilla.<br /><br />Inés, ¡qué cagada has hecho!