MAKHA pescaba en las playas de Senegal hasta que les «vendieron <br />hasta el mar», reprocha. La falta de oportunidad le hizo embarcarse <br />en una patera rumbo a Canarias. Durante un tiempo estuvo alojado <br />junto con otras personas migrantes en un hotel. Un día los separaron <br />por nacionalidades trasladando a todos aquellos que no eran senegaleses. Entonces entendieron que preparaban una repatriación y, <br />sin ninguna información y muertos de miedo, cogieron su bolsa y se <br />marcharon a vivir en la calle. «