A medida que pasan los días y los hechos, se reafirma en mi interior la tesis de que VOX no es la versión dura y combativa del PP, que se irá diluyendo a medida que se acerquen las elecciones generales, porque los españoles, pensando en el ‘voto útil’, apostarán por los populares para echar Pedro Sánchez de La Moncloa.<br /><br />Mi impresión es que VOX ha llegado para quedarse y que todas las opciones que tenga la derecha para gobernar, en el conjunto de España y en cada autonomía, pasan por la alianza entre el PP y el partido de Santiago Abascal.<br /><br />Y justamente por eso, me ha parecido singularmente torpe el comportamiento del Partido Popular en Ceuta, permitiendo que se declarara ‘persona non grata’ a, líder de VOX.<br /><br />No está afectado en absoluto Santiago Abascal. Ni siquiera está enfadado.<br /><br />Lo que deja caer el presidente de VOX, es que el tancredismo del PP en Ceuta, facilitando que el PSOE y sus turbios aliados locales le declararán ‘non grato‘, huele a ‘ensayo‘ de un futuro pacto PP-PSOE, tras la próximas generales, en las que todo indica y no sólo los sondeos, que el centroderecha español se alzará con la mayoría absoluta.<br /><br />Parece ser que no le ha llamado ni un solo dirigente popular. Ni un mensaje por Whatsapp y eso no es irrelevante.<br /><br />El error, la pifia, la torpeza del PP, al avalar con su abstención que la izquierda y los musulmanes de la Asamblea de Ceuta lograran su propósito de estigmatizar a Abascal, son de aurora boreal.