No hay en Occidente un foco de manipulación, sectarismo y adoctrinamiento más acusado que el de TV3.<br /><br />La cadena pública catalana ha manipulado la información desde hace mucho tiempo.<br /><br />Y con fervor. Y lo ha hecho a la vez se practicaba en su seno la 'limpieza étnica', la caza al disidente.<br /><br />Sin estridencias.<br /><br />La estrategia es tan clara como cruel: a quien resulta molesto, se le arrincona con buenas palabras. O sin ninguna explicación.<br /><br />Se trata de provocar su muerte laboral de forma suave, sin estridencias; con la delicadeza de quien quiere 'aniquilar' sin dejar sangre.<br /><br />Es la negación del profesional porque no muestra fervor por la causa. Y esto es algo muy habitual en los medios públicos, donde los periodistas suben en ascensor o son defenestrados con total naturalidad por razones ideológicas.<br /><br />Las venganzas se engrasan con dinero público.<br /><br />Y para mayor inri, el nuestro, el de todos los contribuyentes españoles.