Madrid, 10 ago (EFE).- La covid se ha colado de nuevo en las residencias y desde hace siete semanas todos los indicadores empeoran día a día, alcanzado cifras que no se veían desde febrero, en pleno proceso de vacunación. El escudo, reclaman profesionales del sector, son la tercera dosis y la vacunación obligatoria de los trabajadores.<br />"Hay que comprobar si se ha reducido la inmunidad frente a la covid en los mayores", que completaron la pauta de vacunación entre mediados y finales de febrero, y mientras se hace ese estudio inmunológico programar la tercera dosis de la vacuna tanto para residentes como para sus cuidadores, explica a Efe, Gustavo García, de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.<br />Alerta de la urgencia de aplicar con rigor las medidas de detección precoz para evitar un nuevo confinamiento en los centros residenciales. "Encerrar de nuevo a los mayores podría ser más letal que el propio virus", asevera el trabajador social.<br />Desde las patronales de las residencias se pide que la vacunación sea obligatoria para las personas que atienden a los dependientes y mayores: algo menos del 10 por ciento de las personas que trabajan en los centros se ha resistido a vacunarse. Pero también, proponen que las visitas sean personas con la pauta completa.<br />Los efectos de la quinta ola de la pandemia en las residencias se han agravado en la última semana: se ha doblado el número de fallecidos hasta alcanzar 71 (eran 37 la semana anterior y 8 a mediados de julio). Es la cifra más alta desde la semana del 21 al 28 de febrero.
