No son estos buenos tiempos para España. En el horizonte, además de las penalidades políticas sobre las que disertamos a diario, se vislumbran considerables nubarrones económicos.<br /><br />Y lo asombroso, como pasa con el chalaneo entre el PSOE y los asesinos etarras o con las claudicaciones de Sánchez ante los golpistas catalanes, es no se percibe inquietud entre la población.<br /><br />Pagamos cuatro veces más cara la electricidad que hace un año, la inflación se dispara, tenemos más de tres millones de parados, el déficit aumenta, la deuda crece y el Instituto Nacional de Estadística certifica que el Gobierno miente con los datos, pero los españoles en general siguen como si no pasara nada.<br /><br />Apoyado en unos medios de comunicación sumisos, donde los periodistas que no están cautivos se adaptan por interés, el Gobierno PSOE-Podemos nos seguirá contando mentiras y mucha gente las creerá porque es lo más cómodo y sencillo.<br /><br />Nosotros no vamos a entrar en ese juego.<br /><br />Aunque anunciar desgracias no te hace popular, creo que no nos queda otra, porque es nuestra obligación como periodistas.<br /><br />Tenemos por delante, además de días de oprobio y vergüenza, un calvario económico del que no nos van a sacar los fondos europeos ni los cuentos chinos.<br /><br />En el Gobierno Sánchez, ese de los 22 ministros y los 800 asesores, no han creado una empresa en su vida, pero pretenden saber con exactitud cuánto debes ganar, cuánto debes pagar, cuanta gente debes contratar y cómo debes operar si, como hemos hecho en Periodista Digital o con La Segunda Dosis, montas una empresa y das trabajo a la gente.<br /><br />El socialismo no es el centro ni la moderación. El socialismo es una mala idea y un desastre, que niega el cálculo económico y la naturaleza humana, que solo busca el control de la ciudadanía, mientras destruye siempre lo que finge proteger.<br /><br />Vienen tiempo muy malos para España y la causa, el origen, el germen del mal, son Sánchez y este PSOE cada día más indigno.
