Viendo el despropósito, la insensatez y la locura que es la ley de Seguridad Ciudadana, que alistan al alimón los zarrapastrosos de Podemos, los sectarios del PSOE y sus compinches periféricos, hay columnistas convencidos de que el socialista Sánchez ya ha empezado a asumir que no ganará las próximas elecciones generales.<br />Y que la coalición de gobierno, asumiendo que tiene muchas papeletas para irse a la oposición, ha decidido allanar el terreno a sus piquetes, manifestantes y alborotadores, para cuando llegue el momento de incendiarle las calles a quien ocupe La Moncloa.<br />Yo no estoy totalmente seguro que ese sea el principal motivo por el que socialistas y podemitas diseñan un texto legal, que deja inerme a la Policía y favorece sin rubor a los violentos.<br />Creo que les sale de dentro, como ir contra España y su Historia, abominar de la bandera nacional y preferir siempre abrazarse a los verdugos que a las víctimas.<br />Va en su naturaleza, pero llama la atención de que se sumen gustosos a la horda iconoclasta personajes como Fernando Grande-Marlaska.<br />Pocos ministros de Sánchez nos han salido tan ranas como Marlaska, pero no se puede olvidar que el titular de Interior es juez de carrera, conoce a fondo la Ley y cuando ejercía lo hizo con notable altura y profesionalidad.<br />Algo tendría que haberle quedado, pero da la impresión que ese poco se lo ha llevado también por delante su voraz ambición.<br />Marlaska, el que acerca terroristas de ETA y les da beneficios penitenciarios a granel, ya engañó a la Policía Nacional y a la Guardia Civil al prometer una equiparación salarial que se ha quedado en la mitad de la mitad. <br />Pero es que ahora atenta contra la seguridad y dignidad de los agentes. <br />Se había comprometido con los representantes de los agentes a consultar con ellos y negociar aspectos delicados, como puede ser por ejemplo la posibilidad que se abre ahora a los alborotadores de grabar a las actuaciones policiales y usar las imágenes contra las Fuerzas del Orden.<br />Al margen de lo que eso que coloca a los policías en una situación de indefensión, expuestos a las coacciones o venganzas, es algo que entraña inquietantes riesgos para sus familias. <br />Justo en un momento en el que la Policía está siendo víctima de la violencia callejera y se multiplican los actos incívicos, Marlaska ha decidido exponerla todavía más y convertirla en el pim-pam-pum de las algaradas. <br />La nueva ley de PSOE y Podemos da alas a la impunidad, al limitar la responsabilidad de los incidentes en una manifestación a los organizadores o promotores.<br />La consecuencia evidente es que cualquier grupo de facinerosos que no convoque formalmente un acto público -o lo haga desde el anonimato de las redes sociales- y que aproveche la concentración para montar un aquelarre plagado de destrozos y agresiones, quedará impune. <br />Sumen a eso que dejará de ser sancionable montar barricadas con mobiliario urbano, contenedores, neumáticos u otros objetos.<br />A este paso y con esta gente, dentro de nada, tendremos
