No es Venezuela.<br /><br />Tampoco Cuba ni la totalitaria Rusia.<br /><br />La escena se ha producido en Getafe, una ciudad dormitorio pegada a Madrid, donde parece que hay mucho fanático de las malas artes que se producen en países con tics más que dictatoriales.<br /><br />El 19 de noviembre de 2021 había pleno en esta localidad del sur de la Comunidad de Madrid cuando en un momento dado el primer teniente de alcalde, socialista él, y que ejercía la presidencia de la sesión ante la ausencia de la alcaldesa, Sara Hernández, quiso tener su minuto de gloria.<br /><br />Herminio Vico no tuvo mejor ocurrencia que intentar expulsar del salón de plenos al portavoz del PP, Carlos Pereira, que simplemente reclamaba respeto al concejal de Urbanismo, Jorge Juan Rodríguez.<br /><br />Este se había dirigido a los ediles populares con adjetivos de este calibre:<br /><br />Mamporreros, vagos e incompetentes.<br /><br />Vico, en vez de reclamar templanza a su compañero del equipo de Gobierno, optó por hacer como los malos árbitros e ir a por quien reclamaba ecuanimidad.<br /><br />Así que ni corto ni perezoso llamó a los agentes de la Policía Local para que expulsaran al portavoz del PP.<br /><br />Sin embargo, fue tal el revuelo que se montó que al final lo único que se produjo fue un receso y posterior aplazamiento de los puntos pendientes a tratar en la sesión.<br /><br />Pereira era claro en sus manifestaciones:<br /><br />El PSOE me insulta, pido explicaciones y la respuesta es la expusión directa con tarjeta roja y sin previo aviso. El Gobierno socialista se cree que Getafe es una extensión de Venezuela y vuelve a mostrar sus formas autoritarias y sus flagrantes y reiterados incumplimientos del Reglamento del Pleno que usan a su particular conveniencia.<br /><br />No ha habido ni tres llamadas al orden ni advertencias, ni motivo reglamentario y se me ha impedido tomar la palabra por cuestión de orden. Lo único que ha habido es el rodillo antidemocrático de los socialistas que han ordenado a la policía expulsarme por la fuerza al más puro estilo caciquil.
