El zasca es antológico. Tanto en el fondo como en la forma, porque se lo ha propinado Teodoro García Egea a Pedro Sánchez usando sus propias palabras e incluso su tono.<br /><br />El secretario general del PP se ha limitado a repetir en voz alta, con dolorosa exactitud, uno de los grandes dramas de la política española actual: el PSOE se abraza a los etarras de Bildu, a los mismos que festejan la llegada a sus pueblos de los carniceros que asesinaron a un millar de españoles, incluidos entre ellos más de una docena de altos cargos socialistas.<br /><br />No hay la mínima duda, ni resquicio a la duda.<br /><br />Podríamos recordar una vez más lo que proclamaba Sánchez en campaña electoral, cuando repetía que ni él ni los españoles podría dormir tranquilos con Pablo Iglesias y los Podemos en el Gobierno. Cuando juraba con gesto indignado que jamás pactaría con Bildu, pero no hace falta remontarse tan atrás.<br /><br />Hace apenas un año, el líder del PSOE acuso de “desleales”, entre otras lindezas, a los pocos que en su propio partido criticaban que se llegara a pacto con los herederos de Batasuna, para sacar adelante los Presupuestos..<br /><br />La versión oficial, repetida como una letanía por los propagandistas de La Moncloa y los tertulianos a sueldo, era que los proetarras habían “regalado” sus votos.<br /><br />Hasta sacaron una especie de carta subrayando que todo era una “fake news”. <br /><br /> Doce meses después de aquel paripé, ya no le ha hecho falta al falsario ni enmascarar sus vomitivo abrazo con los matarifes para sacar adelante las cuentas públicas de 2022.<br /><br />El propio Otegi ya dejó claro que Sánchez permitirá la salida de la cárcel de 200 presos de ETA a cambio del apoyo.<br /><br />Y Teo Garcia Egea se lo ha restregado por la cara.
