Una videocámara, un sistema de alarma o un enrejado electrificado son ya parte del blindaje con que los ciudadanos buscan auto protegerse de la plaga delictiva que nos azota.<br /><br />Es que la inseguridad ciudadana ha sido tan palmaria que prescindir de estos sistemas, y de otras más opciones de vigilancia, sería imperdonable.<br /><br />Y aún con este andamiaje electrónico ya familiar e indispensable en cualquier sector, no importa la condición socioeconómica de sus residentes, la delincuencia callejera sigue desafiando esas barreras.
