El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, presidió hoy la eucaristía principal de la festividad de Candelaria que volvió a estar marcada por las restricciones, con solo 300 personas en el interior de la Basílica y otras tanto en la plaza, que al final pudieron ver la imagen de la Patrona, al salir esta a la puerta principal, aunque sin procesionar como solía ser habitual antes de la pandemia.