Se dice popularmente que donde no hay mata, no crece patata.<br /><br />Aplicado a Laia Estrada, una diputada de la CUP en el Parlamento de Cataluña, se puede afirmar tajantemente que donde no hay humanidad resulta más que complejo hallar unas gotas de sensibilidad.<br /><br />La política decidió dirigirse a un grupo de enfermos de ELA y a sus familares en catalán durante la Comisión de Salud de la Cámara regional.<br /><br />Pese a que la esposa de uno de los afectados por esta enfermedad, Yolanda Delgado, le rogó que, por favor, se dirigiera a ellos en español, Estrada optó por no apearse del burro y seguir hablando en catalán.<br /><br />Y de manera cuasi despectiva suelta que luego le puede traducir al castellano la parte de la intervención que tanto ella como su marido no entiendan.<br /><br />Evidentemente, las redes sociales estallaron de lo lindo ante la nula empatía de la representante de la CUP.