San Isidro (Alicante), 25 jun (EFE).- Al amanecer de un día de verano de 1939, unos 7.000<br />hombres harapientos permanecen de pie en una explanada entre barracones en un campo<br />de concentración. Tres prisioneros van a ser fusilados para escarmiento de todos por<br />intentar fugarse. Ante el murmullo indignado de sus compañeros, un condenado les pide<br />calma para evitar un ametrallamiento masivo. Los disparos del pelotón acaban con los tres,<br />que mueren puño en alto.<br />Este episodio, en términos muy parecidos, se recoge en varios libros de memorias y en<br />testimonios sin editar de prisioneros del campo de Albatera, un campo de trabajo construido<br />por la República, que Franco convirtió en el mayor presidio de su clase durante los primeros<br />meses de la posguerra española. En 13 hectáreas de superficie llegó a alojar a casi 15.000<br />hombres apresados en el puerto de Alicante, último reducto republicano.<br />Locutado y edición: Clara González.
