Siete años después de que se empezara a instruir en los tribunales y comisarías lo que se conoce como ‘Caso Púnica’ y a los tres años de que cayeran como buitres sobre Esperanza Aguirre, la expresidenta de la Comunidad de Madrid queda exonerada.<br /><br />El juez Manuel García-Castellón deja fuera a Aguirre de la investigación sobre una posible financiación irregular del PP madrileño con dinero de empresas que recibían contratos públicos.<br /><br />La decisión del juez se produce tras considerar la Fiscalía Anticorrupción que no hay pruebas para enviar a la lideresa al banquillo.<br /><br />El horizonte penal de Esperanza Aguirre queda despejado, pero nadie va a reparar el enorme daño que le han causado. Ni eso ni las afrentas, los insultos o las descalificaciones.<br /><br />Ya en octubre de 2019 ante el juez y durante un interrogatorio, Esperanza Aguirre acusó a las fiscales Anticorrupción Teresa Gálvez y Carmen García Cerdá de “arruinar la vida de las personas”.<br /><br />Tenía toda la razón, porque ha tenido que soportar una campaña de demolición personal promovida por estas fiscales, los políticos de la izquierda y sus terminales mediáticas, que se emplearon a fondo para extender la idea de que Esperanza Aguirre era una corrupta.<br /><br />Ahora que la justicia exculpa a Aguirre, ¿qué dirán las fiscales, los políticos y los periodistas? ¿Esparcirán más basura? Anticorrupción pide también archivar la causa contra Ignacio González. <br />