Al contrario que el Rey Midas, todo lo que toca Sánchez no lo convierte, precisamente, en oro.<br /><br />Cualquier asunto que manosea el inquilino de La Moncloa tiene todos los visos de acabar en desastre sin paliativos.<br /><br />Y no era una locura pensar que la puesta en marcha del tren de alta velocidad en Extremadura derivase en un caos.<br /><br />Dicho y hecho. Desde que el 18 de julio se procediese a la pomposa inauguración del Alvia, todo ha sido un esperpento en sesión continua.<br /><br />En muchos tramos el tren aún va a la velocidad de una tortuga reumática y, por tanto, se siguen produciendo importantes retrasos. En tres días no se han producido más que quejas a mansalva y, desde Renfe, han tenido que tomar decisiones al respecto.<br /><br />Con motivo de los retrasos, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha decidido relevar al gerente de Producción de Servicios Comerciales de la línea Madrid-Extremadura. Pero los usuarios de la compañía no se conforman con esa decisión. Quieren ser como el resto de los españoles y disponer de unos trenes en condiciones y poder llegar a la capital, a Madrid, en poco más de una hora.<br />