Mienten como bellacos, porque Chaves, Griñán y el PSOE se forraron con los EREs.<br />En política hay muchas formas de corrupción, además de la clásica que consiste en meterse billetes en el bolsillo.<br />Ni por la pasta malversada ni por la extensión del fraude ni por el nivel y número de altos cargos condenados ha habido en España un latrocinio mayor que el de los EREs de Andalucía. <br />Escándalos hemos sufrido muchos, pero en ninguno se implicó un Gobierno, se utilizaron así las instituciones públicas, se malversó tanto dinero y se hizo todo con un objetivo tan perverso como adulterar el sistema democrático.<br />Con el conocimiento y el consentimiento de dos ex presidentes del PSOE, el aparato socialista se dedicó a repartir 680 millones entre empresas y afines a la causa y algunos decidieron que la mejor manera de utilizar los fondos públicos era en juergas, cocaína y prostitutas.<br />No fue el caso de Chaves y Griñán. Estos dos, que fueron presidentes del PSOE, no se llevaron las perras a casa o se las gastaron en putas. <br />Lo usaron para comprar votos, esclavizar lealtades, generar servidumbres y perpetuarse en el poder. <br />Y ese dopaje no solo aseguró a los socialistas gobernar durante 40 años Andalucía como si fuera su finca, disfrutando de cargos, sueldos, coches, asesores y tarjetas de crédito. <br />También consolidó a la federación andaluza como gran granero electoral para el conjunto del PSOE, ayudándole a ganar elecciones generales.