La Memoria Democrática, esa manipulación de la Historia de la izquierda más reaccionaria con la que Pedro Sánchez pretende imponer su sectaria visión de España, será materia obligada para los aspirantes a funcionarios del Estado. Podría ser una especie de gran revancha promovida por el Gobierno socialcomunista, aliado con los proetarras de Bildu y los golpistas catalanes. <br /><br />Sánchez saldrá escopetado de La Moncloa, en cuanto tengamos elecciones generales, pero la fase final de su presidencia vendrá marcada por una ley, pactada con los herederos de ETA.<br /><br />Y, mientras, obligarán a los nuevos funcionarios españoles a estudiar y aprender un relato delirante de la historia de España.<br /><br />Otra vez Franco y la Guerra Civil, otra vez la división entre españoles como fórmula para generar tensión. Es parte de la maniobra de Sánchez, para intentar reactivar a la izquierda de cara a las próximas elecciones generales. <br /><br />Que soberbia demostración de impotencia la de tener que remover el pasado para tratar de esconder su probada incapacidad del presente.<br />