En la cocina de la Universidad de Qatar el trajín siempre es constante, apenas hay tiempo para el descanso. De buena mañana, Rodrigo Vargas enciende el fuego y ya casi no para hasta que se acuesta, intensísimas jornadas de trabajo, aunque muy gratificantes. No hay mejor premio para un cocinero que el disfrute de los comensales y la Selección, tanto los jugadores como el cuerpo técnico y el resto de la delegación desplazada a Doha, está encantada con la comida. Por su calidad, por su variedad y por la buena mano del chef, una figura tan importante como la de cualquier jugador.<br /><br /> Suscríbete a EL DEBATE en Youtube: https://www.youtube.com/channel/UC8FOhz3iXhF1iqqzAFfBjmA?sub_confirmation=1 <br /> Todos los vídeos de EL DEBATE: https://www.youtube.com/c/ElDebate1910 <br /><br /> Twitter: https://twitter.com/eldebate_com <br /> Instagram: https://www.instagram.com/eldebatecom <br /> Facebook: https://www.facebook.com/eldebatecom <br /> Telegram: https://t.me/eldebatecom <br /><br /><br /> Visita https://www.eldebate.com
