Alejandra se atrevió a alzar la voz y a denunciar a tres de sus jefes: policías de la CDMX que querían abusar de ella, pero en lugar de encontrar la justicia, su trabajo se volvió un infierno.<br /><br />Los tres elementos de seguridad fueron denunciados en 2020 y al ver la situación, decidieron hostigarla para que ella misma presentara su renuncia.