<br /><br />Ángela Rodríguez, alias Pam es un esperpento; político, social y hasta personal.<br />La tal Pam, que tiene 33 años y nunca dio palo al agua hasta pillar los 123.000 euros que se embolsa como secretaria de Estado de Igualdad, se define como ‘feminista, bisexual y gallega’.<br />En realidad, la tipa es una especialista en chapotear en el barro, más basta que la lija del 40.<br />Hace una semana se mostraba escandalizada porque la mayoría de las mujeres españoles prefieren en el sexo la penetración masculina a las pajas y este 8M se graduó ‘cum laude’ en majadería, subiendo a su Twitter un selfie, donde festeja sonriente con unas memas que corean "qué pena me da, que la madre de Abascal no pudiera abortar”.<br />Sin siquiera pixelar las caras de las adolescentes cantoras.<br />Pam es basura, pero no debemos perder la perspectiva. <br />El culpable de que esta tipa y las flipadas de la ‘Banda de la Tarta’ sigan ahí, dándose la vida padre a cuenta de nuestros impuestos, es el mismo que pacta leyes con el etarra Otegi y mima al golpista Junqueras.<br />El que hizo suya la ley del 'Sí es Sí', presumiendo del bodrio hasta en una cumbre del G-20.<br />El que sale en las fotos abrazado al Tito Berni’.<br />El que ha aprobado una Ley Trans que es un insulto al sentido común y da más derechos al embrión de perro que al feto humano.<br />El que ha logrado que la cesta de la compra se haya convertido en una tortura para millones de familias españolas y que la corrupción, irse de putas, cenar como el Quico a cuenta del presupuesto, esnifar cocaína y meter la mano en los fondos públicos fuera durante muchos meses algo habitual para un nutrido contingente de diputados del Grupo Socialista en el Congreso.<br />Se llama Pedro Sánchez y es el líder del PSOE, esa empresa de colocación donde el personal traga lo sea con tal de seguir chupando del frasco<br />Que nadie se confunda, Pam es Sánchez, pero con tetas.
