Sánchez parece tenerlo muy claro: para seguir en el Ejecutivo, hay que reeditar las fórmulas de coalición. Por eso, el presidente del Gobierno y todo el PSOE están pendientes de las negociaciones entre Yolanda Díaz y Podemos. Para Sánchez, el ticket victorioso es con la vicepresidenta. Pero hay preocupación porque esa crisis a su izquierda no se soluciona. De hecho, en el grupo parlamentario de Unidas Podemos, la fractura es prácticamente por la mitad.<br /><br />Un miembro del gobierno del PSOE reconoce que si la izquierda va dividida a las elecciones, las posibilidades de ganar son menores. Pero en las filas socialistas algunos también malician que Pablo Iglesias no quiere ese acuerdo.