Esperar que un miembro del Gobierno Frankenstein diga la verdad es de una ingenuidad colosal.<br />Una muestra de inocencia casi aberrante, sobre todo a estas alturas de legislatura y en año electoral.<br />Y en el caso de Sánchez, confiar en que no mienta es ya matería clínica, un desvarío digno de psiquiatra.<br />Porque el tipo empezó mintiendo con aquello de que Pablo Iglesias le quitaba el sueño, siguió con lo de que no iba a pactar con los proetarras de Bildu, continuó prometiendo mano dura con los golpistas catalanes y se irá de La Moncloa mintiendo como un bellaco.<br />Cabría, por respeto a la ciudadanía, que esta banda de maleantes se trabajase un poco los bulos, montase con más cuidado los embustes, elaborase el relato y mejorase las patrañas.<br />Pero ni eso. <br />No es que sean de vergüenza ajena, porque a mi no me produce el mínimo sonrojo escuchar a un bocazas como Patxi López que “no hay caso” en lo de las pilinguis, el viagra, la coca y las cenas del Tito Berni y sus diputados del Grupo Socialista o al ministro Bolaños afirmar tajante que no han rebajado el delito de malversación a los corruptos y a sus amigos independentistas, pero esas cosas hay que tenerlas en cuenta.<br />Y de modo singular en lo que se refiere a Sánchez.<br />El jefe del PSOE no miente para engañar a la gente. Miente -como acaba de hacer con el invento de que van a poner 50.000 pisos del SAREB en alquiler-, para que la trola de turno haga un par de titulares y salga unos minutos en el telediario.<br />Con eso le llega, porque no tiene el mínimo respecto por la gente.<br />Han bastado 48 horas para que las 50.000 viviendas de la SAREB hayan quedado reducidas a 9.000 y se descubra que muchas están destrozadas, ocupadas o donde Cristo perdió el mechero. <br />Y la pregunta inevitable es a quién se le ocurrió lanzar semejante infundio o de donde lo sacaron en La Moncloa.<br />Se lo digo yo: De la misma ‘carpintería’ de la que salió el supermercado donde la vicepresidenta Nadia Calviño notaba la bajada del IVA en los productos de primera necesidad o que el bodrio ‘sueltavioladores’ del 'solo sí es sí' sería ‘una ley de vanguardia’ que imitarían muchos países del mundo civilizado.<br />Salió de la ‘Carpintería Pinocho Sánchez’.<br />¡A por ellos, que tenemos elecciones a la vuelta de la esquina!
